Rita Martínez y la casa de integración afrocolombiana de Codazzi
En el mes de marzo, queremos resaltar el liderazgo de algunas mujeres afrocolombianas, que desde sus territorios han contribuido en mejorar las condiciones de vida de su comunidad.
Una de ellas es Rita Isabel Martínez Fonseca, lideresa y docente del área de lengua castellana y humanidades y quien es la fundadora del recientemente inaugurado Centro de integración afrodescendiente Agustín Codazzi, en el departamento del Cesar.
¿Quién es Rita?
Soy mujer afrodescendiente de sueños muy grandes, que tiene metas, que se desvive por vivir y siempre estar presente en las comunidades. Mi liderazgo es algo que siento nací con él, algo que me brota del alma. Soy consultiva afro del departamento del Cesar, represento legalmente a la organización KUNTA KINTE, y también soy delegada del Cesar para la Juntanza Nacional Afrocolombiana.
¿Tiene Codazzi una comunidad afro organizada?
En Agustín Codazzi existen 14 comunidades afro descendientes, entre ellas están siete consejos comunitarios y seis organizaciones de base. Como les decía, yo soy representante de la organización Kunta Kinte, conjuntamente con la organización afro son las únicas que están legalmente constituidas por resolución del ministerio.
¿Cuéntenos cómo surge su organización?
Kunta Kinte surge en la plaza del pueblo, cuando una tarde pasaba por allí, y estaban el profesor Ramón moreno Umaña, un profesor de historia de Quibdó, Chocó, con Álvaro Plata y Fernando Iglesias Carmona, los cuales ya habían estado organizando un consejo comunitario llamado La Divina Pastora del corregimiento de Yerasca, pero se encontraban muy desanimados. Esa tarde me dijeron sobre la asociación que pensaban hacer y yo les dije que le hiciéramos, y propusimos el 15 de marzo de 2017, para hacer la asamblea inicial donde nació Kunta Kinte y fue elegida su primera junta directiva. Desde entonces seguimos avanzando en este proceso. Entre las cosas que nos propusimos es que Ministerio de Interior nos reconociera, y cuando quiso ser noviembre del año 2018 ya habíamos logrado ese objetivo. Desde entonces hemos venido liderando el proceso afro del municipio y ya somos una organización que visualmente todos los codacenses conocen. Hoy por hoy nosotros nos sentimos contentos de todo lo que hemos logrado.
¿Cuéntenos, como nace la idea de gestionar una casa afro?
La casa Afro nace una vez que fui al municipio de Becerril, y pasé por tres calles y en todas ellas había una casa Indígena, y yo decía, bueno, ¿por qué aquí en todas las calles hay casa Indígena y no hay una afro? Entonces me propuse conseguirla. A los pocos días me vi con un ingeniero llamado Carlos Hidalgo, que era el jefe de planeación del municipio. Yo me senté a hablar con él lo que tiene ver que ver con las regalías del municipio y él me preguntó que pensábamos nosotros hacer con esas regalías; yo no lo pensé dos veces y le dije que nosotros no teníamos un sitio como organización como comunidad afro, eso fue en diciembre del 2022. Entonces fue cuando empezamos a montar el proyecto, pero no lo montamos por la vía de la alcaldía municipal, sino que abrimos nuestro usuario y contraseña en la plataforma del Departamento Nacional de Planeación (DNP), al Sistema General de Regalías, y ya en 2023 fue aprobado. Por eso esta casa Afro no es solo de la fundación Kunta Kinte, sino de todas las comunidades afro del municipio.
¿Cuál es la misión o apuestas de la Casa de Integración?
La misión de la casa Afro es que las comunidades de escasos recursos mejoren su calidad de vida, que sientan menos discriminación, y más orgullo de ser lo que son, que sus hijos también logren rescatarse ancestralmente y no les de vergüenza ser negro, porque ser negro es algo de orgullo.
Por eso hemos empezado con dos proyectos: Uno que tiene que ver con emprendimiento Afrocolombiano; con los pocos recursos que quedaron de la elaboración de la casa, nosotros fuimos hasta Bogotá y trajimos unas telas con diseños africanos y empezamos a hacer talleres a las madres que son afiliadas a la asociación, para que ellas elaboren prendas que sean de uso afrocolombiano, como turbantes, blusas, vestidos de hombre, que necesiten las personas.
También tenemos un proyecto cultural, un semillero de danza con niños, niñas y jóvenes de la zona, que llegan hasta aquí dos veces a la semana y se reúnen con un instructor que está colaborando con la siembra inicial de la asociación.
Que les diría a tantas organizaciones afro que sueñan con tener un lugar así, cuál es la ruta para hacer este proyecto realidad…
Las organizaciones que de una u otra forma están en la misma situación de no tener un lugar, decirles que hoy somos referente, que sí se puede tener un lugar digno, que sí podemos resaltar nuestra etnia con proyectos como este. No pensemos que somos pequeños, pensemos en grande, que tengamos la meta de gestionar un sitio como este, que muchos los están anhelando, y que es posible hacerlo realidad, no sólo con regalías, también con cualquier otra entidad que pueda colaborar, para que puedan tener su casa de digna.
¿Cuál ha sido su sentir en el proceso de la Juntanza Nacional Afrocolombiana impulsada por el CONPA?
La Juntanza Nacional Afrocolombiana impulsada por el CONPA, ha sido para mí algo muy valioso. En cada una de las capacitaciones, las reuniones que hemos tenido, he sentido que he aprendido algo nuevo y he conocido a hombres y mujeres de otras organizaciones afros. Hoy tengo mucho más argumentos y fuerzas para trabajar con la gente, con los jóvenes, con las mujeres. Soy una mujer líder y pionera, que trabaja, que por sacar a sus hijos e hijas adelante, una mujer fuerte, que gestiona para el bienestar de su comunidad.